Aprende a cuidar tu piel en verano
1 Limpia y exfolia
En verano, la piel suele estar más expuesta y durante el día acumula suciedad, toxinas y capas de protección solar. Por eso, “limpiar profundamente es vital para mantener alejados los granitos y los puntos negros. Los limpiadores en gel son una buena opción debido a que generalmente no dejan residuos y se sienten muy frescos”, explica Grace Gutiérrez, esteticista y propietaria de True Grace Skin Care, en Newport Beach, California. Además, complementa la rutina de limpieza exfoliando la piel de tu rostro y tu cuerpo una vez por semana para que elimines cualquier acumulación de productos, contaminantes y células muertas, permitiendo así que la piel respire y se mantenga sana. Escoge un exfoliante suave pues los más pesados vuelven la epidermis más sensible al sol.
2 Hidrata
Un día muy caluroso hace que nuestra piel pierda más agua de lo habitual debido a un exceso de sudoración. También “en verano transpiramos más y las glándulas sebáceas de la piel tienden a secretar más oleosidad”, explica Gutiérrez. Debido a esto, opta por hidratantes de texturas livianas con una base acuosa, en lugar de una aceitosa. De ese modo, tu piel estará menos brillosa y el maquillaje durará más tiempo”, dice Gutiérrez.
“Los filtros solares ideales para esta época son los minerales, pues son menos irritantes para la piel”, dice Gutiérrez. Según la American Academy of Dermatology, la crema solar debe proteger de los rayos UVA y UVB, tener un SPF de 30 o más y ser resistente al agua por entre 40 y 80 minutos. Si estás de vacaciones o al aire libre, renueva tu protección cada dos horas. Y como los filtros solares no son impermeables ni a prueba de sudor, replícalo después de nadar o sudar.
Este artículo pertenece a la revista Ser Padres, edición junio/julio 2017